jueves, 19 de abril de 2012

Soy el amo de mi destino, soy el capitan de mi alma

Muy buenos dias a todos.

Os dejo el post que he escrito en el Blog del Foro Ulises de Recursos Humanos.

Espero que os guste

SOY EL AMO DE MI DESTINO, SOY EL CAPITAN DE MI ALMA

Muy buenas a todos

Iba a escribiros de la reciente reforma laboral, pero ya se han realizado varios post bastante interesantes (y todos los que vendrán…), así que voy a referirme a otro aspecto relacionado con la misma que es referido al aspecto humano.

Por el titulo se puede intuir por donde va la cosa. Casi todos hoy en día conocemos estas bonitas palabras a raíz de la película de Clint Eastwood “Invictus” (os la recomiendo), que narra lo ocurrido en Sudáfrica con el gran Nelson Mandela, en la Copa del Mundo de Rugby y como se unió un país con muchas heridas. Pocos conocían que las mismas formaban un poema del escritor William Ernest Henley, cuyos versos constituyen un lema que todos deberíamos perseguir en la vida, mantenernos firmes y luchar.

Ante la situación de crisis actual, con situaciones y medidas cada vez mas crudas y difíciles, además de las que quedan por llegar, la voluntad de continuar, luchar y superarnos ante las mismas, es la “joya de la corona de la conducta” y digámoslo claramente la “gasolina” que necesita toda persona y un país para salir adelante, superando cualquier tipo de obstáculo.   

Reconozcámoslo, si los líderes ejercieran con voluntad, honestidad y transparencia todas sus actuaciones, serían el verdadero “faro-guía” para el resto de los ciudadanos, los cuales les seguirían sin miedo o temor como ocurrió con Mandela por ejemplo, pero hay muchísimos ejemplos más, como empresarios, trabajadores, amigos, familia, etc., que cada uno puede aportar. El problema es que no se cumplen las cualidades anteriores por la mayoría de los líderes (normalmente políticos…), y por lo tanto se pierde esa “voluntad”…

Yo tengo la suerte de tener una persona así en mi casa, mi padre, que ha sido mi “faro-guía” desde pequeño y que me inculcó esos valores. El motivo de este post es recordar a personas como él y darles un pequeño homenaje. En su día con mi edad o incluso menos tuvieron que luchar para conseguir la democracia y los derechos que disfrutamos hoy en día, y además salieron de la crisis también importante y severa, que hubo en aquella época, al igual que antes nuestros abuelos, bisabuelos, etc., en otras crisis… Parece que existe un bucle temporal, pero siempre se sale adelante.

Ahora tras muchos años de voluntad, trabajo honesto y lucha llegan casi al final de su carrera laboral, porque están en el paro, prejubilados o esperando a la jubilación, volviendo la cabeza atrás para ver todo lo recorrido, comprobando que aun en la adversidad y soledad han sido coherentes con las palabras del poema, que han desarrollado su vida laboral con enormes sacrificios sociales y personales, con ganas siempre de aprender (afilar la sierra), con coherencia y eficacia ante la inexistencia de todo tipo de medios, sin miedo al futuro aun en la penumbra, volviendo a levantarse cual boxeador imperturbable aunque los problemas les tumbarán, con un afán de superarlo todo y darnos a la siguiente generación el testigo en mejores condiciones de lo que ellos conocieron, y ahora nos toca a nosotros continuar con dicho legado, escuchar y aprender de sus consejos y por supuesto luchar ante todos los males e inclemencias para dar el testigo a la siguiente generación en mejores condiciones que las actuales no?  

Así que amigos, sabiendo las dificultades que hoy en día vamos a tener y lo que nos queda por delante, os animo a conseguir mantener esa “voluntad”, a luchar y mantenernos firmes ante las inclemencias, desarrollar nuestro trabajo y habilidades como mejor sabemos, y sobre todo creer en nosotros, como otras generaciones lo hicieron anteriormente en si mismo y ahora creen en la siguiente.

Yo como me enseño mi padre, seguiré siendo, “el amo de mi destino, el capitán de mi alma”.    

PD: Os dejo el poema en original y su traducción, para que lo leáis y os inspire un poco.

Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be,
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance,
I have winced but not cried aloud.
Under the bludgeonings of chance,
My head is bloodied but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears,
Looms but the horror of the shade.
And yet the menace of the years,
Finds, and shall find me, unafraid
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate,
I am the captain of my soul.

Traduciendo:

Desde la noche que sobre mí se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen,
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia,
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino,
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años,
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.